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Discurso de
Graduacion
por Luisa Montuschi, Vicerrectora de la UCEMA.
[...]
Ustedes estan saliendo de esta instituciôn con un conjunto de
saberes incorporados de los cuales nadie podra despojarlos nun-
ca. Esta es una de las grandes ventajas de la inversiôn en capital
humano, que les permitira contar con fundamentos sôlidos para
sostener el proceso de aprendizaje que como aprendices conti-
nuos de una sociedad basada en el conocimiento les debera dar
“la oportunidad y capacidad de participar en una sociedad futura
caracterizada por una cultura de comunicaciôn, valores y cono-
cimientos compartidos que debera aspirar a la coherencia por la
valoraciôn de la diversidad”. Esperamos que los conocimientos
impartidos los provean de los fundamentos esenciales para cons-
truir sobre ellos el proceso de aprendizaje continuo que habran de
emprender a partir de ahora. Y en un contexto de rapidos cambios
tecnolôgicos, sin duda, mas que aprender la tecnolog^a sera nece-
sario “aprender a aprender con la tecnolog^a” y también aprender
a utilizar la informaciôn y a comunicar.
[.]
Deberan enfrentarse al mundo en la diHcil circunstancia de una
crisis que asumiô un caracter global que sôlo puede encontrar
antecedentes en la Gran Crisis de los anos treinta. Y al margen de
las muchas explicaciones, mas o menos técnicas que de ella se
han pretendido dar, puede concluirse que la mejor explicaciôn
hace referencia “al colapso gradual al comienzo y finalmente total,
del comportamiento ético en la industria financiera”. A la codicia
generalizada de grandes y chicos en un claro ejemplo de
irresponsabilidad individual y empresaria. Y, en tal sentido, resulta
pertinente y actual referirme a un comentario del Vaclav Havel,
escritor y poeta, quien fuera el primer Presidente de la Repûblica
Checa (y ûltimo de Checoslovaquia) quien en otro contexto y para
otro perîodo (fin del comunismo) senalaba algo sorprendentemente
vigente y que deberîa hacernos pensar: “Lo peor es que vivimos
en un ambiente moral contaminado. Nos hemos enfermado de la
moral pues nos hemos acostumbrado a decir una cosa y pensar
otra. Hemos aprendido a no creer en nada, a ignorarnos el uno al
otro, a que sôlo nos importemos nosotros mismos. Nociones como
el amor, la amistad, la compasiôn, la humildad o el perdôn han per-
dido su profundidad y dimensiôn”.
Espero que ustedes, como graduados
de la Universidad del CEMA, puedan dar
un doble ejemplo: de excelencia y de valores.
Y que ellos los gwen en el camino que
habran de emprender.
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Revista UCEMA
Los hechos recientes parecen corroborar esa visiôn desesperan-
zada.
Espero que ustedes, como graduados de la Universidad del CEMA,
puedan dar un doble ejemplo: de excelencia y de valores. Y que
ellos los guien en el camino que habran de emprender.
Nadie puede conocer en detalle las estructuras, las funciones, el
contexto en el cual tendra que trabajar la empresa de la prôxima
década para establecer un horizonte razonable. Todos ustedes
tienen el potencial para ser libres e innovadores. Y no deberan
aceptar las falsas antinomias: estado o mercado, campo o ciudad,
empresarios o trabajadores. El pais necesita de todos y ustedes
pueden ser los artifices de cambios hacia una sociedad mejor y
mas ética, donde a la bûsqueda del éxito privado la acompanen
con el propôsito de alcanzar el bien comûn. Y una recomendaciôn
que me parece de fundamental importancia: nadie duda o cues-
tiona el hecho que la educaciôn puede ser considerada como el
“pasaporte al futuro” y que “la causa de la riqueza de las naciones
es la mente humana”. Pero para que ello pueda materializarse es
importante, muy importante, enamorarse del trabajo que uno hace.
Pues la ûnica forma de hacer un gran trabajo es amando lo que
uno hace. Y “la felicidad y el éxito no se encuentran en la mera
posesiôn del dinero; se encuentran en la alegrïa del logro, en la
emociôn del esfuerzo creativo. En hacer lo que uno ama y hacerlo
bien”.^