1 Introduccion
“(...) I find the more promising areas of research are (i) the links between
agglomeration economies/congestion costs and changes in metropolitan spatial
structure, and (ii) the debate about the possible elimination of agglomeration
economies (...)” Richardson (p. 149, 1995)
La mayoria de areas metropolitanas pertenecientes a pa^ses industrializados estan sufriendo
un proceso de descentralizacion del empleo caracterizado por el abandono de las areas mas
densas y congestionadas en favor de localizaciones relativamente alejadas de los centros
tradicionales de actividad. En el caso de la actividad industrial, existen diferentes factores
que pueden explicar esta tendencia. En primer lugar, las decisiones de localizacion no
suelen dejarse totalmente en manos del libre mercado, sino que estan fuertemente
condicionadas por la zonificacion, especialmente para aquellos sectores cuya actividad
puede generar externalidades negativas sobre la poblacion. En segundo lugar, puede
tratarse de una respuesta a las deseconom^as de aglomeracion —congestion, precio del suelo,
etc.-. En tercer lugar, el abaratamiento de los costes de transporte permite acceder a las
econom^as de aglomeracion del centro y de los subcentros de la region urbana en
localizaciones mas alejadas. Los impactos esperados de los tres grupos de factores
considerados van en una misma direccion, la tendencia a que la industria se localice fuera
del centro de la region. Sin embargo, la descentralizacion del empleo industrial no suele
darse bajo un modelo completamente disperso, sino que numerosas relocalizaciones y
nuevas inversiones industriales se llevan a cabo en zonas proximas a los centros y
subcentros de empleo, o bien acaban por conformar nuevos subcentros de empleo, lo cual
indica que la proximidad a las econom^as de aglomeracion sigue teniendo un peso
importante en las decisiones de localizacion.
El debate sobre los cambios en la forma de las ciudades como consecuencia de la
progresiva reduccion en los costes de transporte ha llevado a que algunos autores
profeticen el fin de las ciudades entendidas como entornos compactos y densos (Gordon y
Richardson, 1996). Otros, mas cautos, han intentado poner en un mismo plano las fuerzas
centrifugas (congestion, reduccion en los costes de transporte) y centripetas (econom^as de
aglomeracion) que actuarian de forma simultanea ante cambios en los sistemas de
comunicacion, afirmando que la balanza parece decantarse hacia la dispersion o bien hacia