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Lanteri: Ahorro y crecimiento: alguna evidencia para la economia argentina, 1970-2004
La hipotesis del ingreso permanente establece que los agentes gas-
tan principalmente el componente permanente del ingreso, mientras
que el componente transitorio del ingreso (los cambios no anticipados
en el ingreso) serfa canalizado hacia el ahorro (la propension a ahorrar
del ingreso transitorio resulta generalmente mas alta que la del ingreso
permanente). Al igual que en el modelo del ciclo de vida, esta teorfa
supone que no existe restriccion de liquidez. El modelo del ingreso per-
manente es un modelo de horizonte infinito, como el de Ramsey (1928),
donde hay fuertes vmculos intergeneracionales. En este caso, los cam-
bios en el ahorro publico senan compensados plenamente por los
cambios en el ahorro privado, al internalizar los consumidores la res-
triccion presupuestaria del gobierno, de manera que el ahorro publico
no afectarfa al ahorro nacional.
Cabe agregar que en el modelo del ciclo de vida (con dos periodos)
el crecimiento del ingreso tendrfa un efecto positivo sobre el ahorro.
Cuando la econom^a crece, el ahorro de los trabajadores activos se
incrementa respecto del desahorro de los trabajadores inactivos, lo
que produce un efecto positivo sobre el ahorro agregado (el incremento
en el ingreso es percibido como transitorio). De este modo, el ahorro na-
cional podrfa ser pasivo y seguir, mas bien que anticipar, al crecimiento
(véase Carroll y Weil, 1994), a diferencia de la tradicion Marshall-
Mill, que postula una secuencia ahorro-acumulacion de capital-creci-
miento.
Sin embargo, algunos autores, como Bosworth et al. (1991), sena-
lan que el crecimiento del ingreso podrfa operar también en la direc-
cion opuesta, a partir de la hipotesis del ingreso permanente (forward
looking). Cuando la econom^a crece, los trabajadores activos podrfan
anticipar un incremento en los ingresos futuros y, por tanto, aumentar
su consumo corriente, reduciendo el ahorro presente (o a la inversa,
cuando se ahorra porque se esperan ca^das en los ingresos futuros, o
sea la hipotesis de “ahorrar para los d^as difîciles, o para los d^as de
lluvia”). Sobre el particular, Deaton (1990) argumenta que si los agen-
tes mas jovenes anticiparan un crecimiento en los ingresos futuros y
se endeudaran, el desahorro, en ese periodo de vida, podrfa inducir
una relacion negativa entre crecimiento y ahorro.
Carroll y Weil (1994) agregan que, en el modelo del ciclo de vida
con expectativas racionales, o en la hipotesis del ingreso permanente
sin incertidumbre respecto de los ingresos futuros, se observarfa una
correlacion negativa entre crecimiento y ahorro, al menos para los con-
sumidores mas jovenes. Sin embargo, los cambios lentos en los habitos