DESARROLLO Y SOCIEDAD
PRIMER SEMESTRE DE 2009, PP. 245-268.
ISSN 0120-3584.
En efecto, la metodolog^a econométrica puede no corregir del todo la
doble causalidad (Pearl, 2000) entre la presencia de ventas callejeras y
las ventas del comercio establecido; pues las ventas callejeras tenderian
a localizarse en los sitios donde hay potenciales compradores a su vez
Utroidos por la presencia del comercio establecido, lo que ameritaria
una adecuada instrumentation de la variable de interés (Angrist y
Krueger, 2001). No obstante, como se espera un efecto positivo del co-
mercio establecido hacia la presencia de ventas callejeras, el coeficiente
obtenido estaria sesgado hacia arriba, lo cual implica que el verdadero
efecto sera aùn mâs negativo. Esto implica que los coeficientes obte-
nidos y los impactos simulados serian un Imite inferior del verdadero
efecto. Ademas, detras del MCO de corte transversal, estaria latente la
dimension espacial de las externalidades de la utilizacion del espacio
publico, lo que debe abordarse con técnicas de econometria espacial
(Anselin, Florax y Rey, 2004) con una aproximaciôn dinâmica.
Sin embargo, la implementacion de lo anterior sera susceptible si se
dispone de una encuesta continua y un censo periodico de la activi-
dad comercial en la ciudad, con una cobertura mucho mas amplia y
representativa de ella. Esto permitiria no solo comprender mejor la
perspectiva dinamica de la utilizacion del espacio publico, sino tam-
bién de los nexos de los vendedores callejeros con el mercado laboral
(Bosh y Maloney, 2007).
V. Consideraciones finales
El presente trabajo sintetiza la estrategia metodologica para determinar
y medir la externalidad negativa generada por el uso del espacio pu-
blico, por las ventas callejeras en cuatro zonas comerciales de Bogota.
Como base para llevar a cabo el trabajo, se realizaron un censo y varias
encuestas para ambas modalidades de comercio entre diciembre del
2004 y febrero del 2005. El censo contabilizô 12.759 establecimientos
de comercio y 4.143 ventas callejeras (la mayoria semiestacionarias),
cuya rivalidad es intensa en un reducido numero de actividades y
lugares. Ambas actividades habrian vendido anualmente cerca de $
2,2 billones y ocuparian 33.000 trabajadores. En las ventas callejeras
participan 2% del total de las ventas y 15% del empleo.
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