[ puntos de vista ]
La Revista UCEMA lanza esta nueva seccion donde se presentarâ en cada numéro un artfculo
de opinion referente a temas educativos y académicos escrito por profesionales de la educacion.
Desafios de la
Educacion Media
por Daniel Pauni, Director del Quilmes High School.
omo director de escuela secundaria, no deja de ser
embarazoso ver que existe un vasto campo de cono-
cimientos olvidados o directamente desconocidos,
como por ejemplo el MCD y el MCM, porque el Maxi-
mo Comûn Divisor y el Mmimo Comûn Mûltiplo solîan
darse por sabidos antes del ingreso al nivel medio. Hoy, tras al me-
nos tres reformas educativas en quince anos, ya nada puede darse
por seguro en materia de estudios secundarios. Los nombres de
los tftulos se suceden vertiginosamente: los futuros universitarios
pueden provenir de la escuela media, o del polimodal o del futuro
aunque antiguo secundario. Las materias se convirtieron y recon-
virtieron como los docentes que fueron arrastrados por decretos
y resoluciones desde el Bachillerato a la EGB, de allf a la ESB,
metamorfoseados en Polimodales para aterrizar en un porvenir de
Nueva Secundaria. Los resultados de los Operativos Nacionales
de Evaluacion (con el ominoso nombre de ONE, la peor nota de la
escuela) y otros intentos internacionales como PISA, no parecen
acompanar la idea de que cada gestion reformadora mejore la
anterior. Es mas, las jurisdicciones que menos cambiaron, aparen-
temente mejor quedaron (Ciudad de Buenos Aires y Neuquén).
Tal vez la sensatez indique que es mejor lograr consensos mi-
nimos y comunes para alcanzar resultados solidos y estables: los
MCM y MCD de la educacion escolar.
Los colegios que articulan los programas nacionales con
sistemas de evaluacion internacional como el Bachillerato Interna-
mentacion, expresion y evaluacion de datos relevantes.
Y sin duda, la actividad ffsica y el deporte son universalmente
considerados como fundamentales en la formacion de un individuo
sano y equilibrado.
Las formas y nombres que toman estos lineamientos generales
son mûltiples; las lenguas pueden ser dos o tres, las ciencias pue-
den predominar y extenderse desde la economaa a la antropolog^a,
de la historia a las ciencias del ambiente; en el arte pueden darse
las tradicionales mûsica y pintura hasta las mas modernas formas
del diseno con aplicacion a la industria o el cine y la fotografîa.
Lo que siempre se incluye es un grado de eleccion por parte
del colegio y por parte del protagonista del proceso: el alumno. No
es posible hacer un programa para adolescentes comprometidos
con su estudio sin que ellos puedan, al menos en parte, elegir
aquello que les resulte afm.
Las escuelas y los profesores se enfrentan a este desaffo:
“iQué es lo esencial de lo mucho que transita por los disenos y
programas escolares, para que el esfuerzo no se diluya en el olvi-
do?”.
Segûn Borges, Bertrand Russell dispensaba consejos de uni-
versalidad proponiendo que las escuelas ensenen el arte de leer
con incredulidad los periodicos.
Si tuviera que elegir un solo objetivo, no creo que pueda en-
contrar otro mejor. Posiblemente, las autoridades coincidan.
cional enfrentan la necesidad de plantearse cual es aquel objeto
de conocimiento que sea significativo y ûtil entre la variedad casi
infinita de contenidos, campos y habilidades que requiere la forma-
cion de un alumno secundario.
La experiencia indica que hay consenso en pocos pero claros
aspectos:
-La necesidad de un nûmero de entre 6 y 7 areas o materias por
curso escolar.
-La necesidad de ser fluido y eficaz en al menos dos lenguas: la
propia y una extranjera (con amplia proporcion de aceptacion del
inglés como esta segunda lengua).
-La matematica.
-Una ciencia de las llamadas experimentales.
-Una ciencia social.
-Una disciplina artjstica.
A estas materias se suma la experiencia de investigar un tema
en forma profunda a fin de manejar las técnicas de recoleccion de
datos, diseno de una hipotesis original para llegar a la redaccion
de un trabajo monografico con sus particulares modos de docu-